LOS MÚSICOS ENTRAN EN EL HOSPITAL COMO PARTE DEL TRATAMIENTO
Constantes más estables, reducción del dolor, mejor estado de ánimo… La asociación Música en Vena y el Hospital 12 de Octubre de Madrid están llevando a cabo una investigación para demostrar los beneficios que la música puede aportar a los pacientes hospitalizados.
«Sin música, la vida sería un error», dijo el filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Quizá por esta razón pueda ser una herramienta esencial no solo para conservar la salud sino también para recuperarla cuando esta falla. Y así poder disfrutar aún más de la vida.
En los últimos años, diferentes estudios internacionales han demostrado el efecto positivo que la música tiene en trastornos como estrés, ansiedad o depresión, pero también en el alivio del dolor y en la evolución de ciertas enfermedades.
Y en España se está llevando a cabo ahora mismo una interesante experiencia.
MÚSICOS DENTRO DE LAS HABITACIONES
Desde hace unos meses, jóvenes músicos recorren las salas del Hospital 12 de Octubre de Madrid para tocar en directo y a pie de cama para los pacientes ingresados. Participan en el proyecto de investigación Músicos Internos Residentes (MIR), una iniciativa ideada por la asociación sin ánimo de lucro Música en Vena en colaboración con investigadores del centro hospitalario.
¿Los objetivos? «El proyecto persigue demostrar desde el punto de vista clínico el impacto positivo de la música en directo en determinado tipo de pacientes. Y ha sido aprobado por el Comité Ético de Investigación Clínica del hospital«, nos cuenta Juan Alberto García de Cubas, director general y vicepresidente de Música en Vena.
La experiencia se llevará pronto a más áreas del hospital
La investigación, que cumple además una función social al dar trabajo a más de 100 músicos en situación de desempleo, se prolongará durante tres años. De momento, se ha iniciado en los servicios de Cuidados Intensivos, Neonatología y Rehabilitación, y próximamente se realizará también en Neurología, Hematología y Cardiología.
«El estudio busca comprobar cómo la música en vivo puede tener efectos positivos en parámetros fisiológicos y biológicos, que se pueden medir por medio de escalas validadas y pruebas complementarias dentro del método científico», explica García de Cubas.
BENEFICIO INMEDIATO Y A LARGO PLAZO
Para ello, el personal médico realiza registros de los datos del estado del paciente antes, durante y después de la actuación musical, como las constantes vitales básicas e información a nivel cognitivo-emocional evaluada mediante test adecuados.
«Lo importante es comprobar que la música tiene un efecto temporal mientras el paciente está ‘expuesto’ a esta forma de terapia, pero también que estos cambios pueden permanecer en el tiempo. Es decir, que la exposición frecuente a la música también tiene un efecto acumulativo y, por tanto, un valor añadido«, plantea el doctor Yerko Ivánovic, que acaba de finalizar la residencia en Neurología en el Hospital 12 de Octubre, forma parte del Comité Asesor de la investigación y es colaborador de Música en Vena.
Y es que este especialista sabe de lo que habla, ya que además de médico es pianista y compositor, y en el Centro Médico de Neurorrehabilitación que dirige utiliza la música de manera terapéutica.
ACORDES PARA ALIVIAR EL DOLOR
La capacidad de la música para reducir el dolor es uno de los aspectos que más se ha investigado. Según el doctor Ivánovic, en las vías más primarias del dolor la música poco puede influir. «Pero una vez que esas vías nerviosas que recogen la sensación dolorosa llegan al sistema nervioso central, el dolor se convierte en una experiencia individual, cada persona lo percibe de una manera completamente diferente, con una tolerancia y unos mecanismos de adaptación totalmente distintos«, añade el neurólogo.
La música puede modificar cómo una persona vive el dolor. Actúa como un analgésico
Y es en esa parte emocional del procesamiento del dolor en la que está comprobado que la música puede ser efectiva para aliviarlo. «Lo que se modifica es la vivencia de la experiencia dolorosa y, en ese sentido, la música tiene un efecto analgésico«, afirma Ivánovic.
AYUDA A REDUCIR LA MEDICACIÓN
Un estudio de Stefan Koelsch, investigador y profesor de Psicología en la Universidad de Bergen (Noruega), comprobó el efecto de la música en pacientes que iban a ser intervenidos para colocarles una prótesis de cadera.
Y demostró que «la audición con cascos de los Conciertos de Brandeburgo, de Bach, durante el preoperatorio permitió reducir a los pacientes un 15% los requerimientos de determinados fármacos que se utilizan como sedantes, como el propofol (un anestésico)«, destaca el doctor Ivánovic. Y añade: «Los niveles de cortisol (la hormona del estrés) también se redujeron«.
EN PÁRKINSON Y ALZHÉIMER
El neurólogo nos explica que la música también puede jugar un papel muy importante en enfermedades como el párkinson: «Cuando el paciente tiene lo que se llama un freezing, es decir, un bloqueo de la marcha, el mero hecho de exponerle a un determinado ritmo puede hacer que empiece a caminar«.
Y los beneficios de la música también se han podido comprobar en pacientes de alzhéimer. «En fases donde ya hay trastornos del comportamiento, la exposición a la música puede conseguir que el paciente tenga menos cuadros confusionales y menos alteraciones del comportamiento. Y, por lo tanto, puede ayudar a reducir la medicación«, añade Ivánovic.
CONCIERTOS EN LA UCI
Una de las experiencias que más han impactado a los músicos que han participado hasta ahora ha sido tocar en las Unidades de Cuidados Intensivos ante personas sedadas y, en ocasiones, en coma.
El doctor Ivánovic nos aclara que existen muchos grados de coma, que se clasifican mediante diferentes escalas. «Pero se ha demostrado mediante estudios de imagen funcional que una persona en coma, si tiene una integridad de su corteza cerebral, es decir, que no ha sufrido un daño severo de su córtex cerebral, es capaz de reaccionar a la música, su cerebro reacciona al estímulo musical«, añade.
El cerebro de una persona en coma puede reaccionar ante la música
Es más, según el especialista, se han descrito casos de personas que han estado en coma y, al recuperar la consciencia, han sido capaces de recordar la melodía que se les había estado poniendo de manera repetida.
Juan Alberto García de Cubas destaca que «en pacientes semiinconscientes de la UCI con grandes muestras de ansiedad, se reducen los valores de estrés. En muchos casos, tras la recuperación, el paciente ha verbalizado que la música le ayudó a pasar el proceso de hospitalización en la UCI. Muchos dicen que esperaban la llegada del músico«.
LOS MÁS PEQUEÑOS DEL HOSPITAL
¿Y qué efecto puede tener la música en los bebés de Neonatología? Como en el resto de áreas, los datos que se han recogido en estos meses en el Hospital 12 de Octubre están en fase de análisis y los resultados definitivos de la investigación no se tendrán hasta que esta finalice, dentro de tres años.
Sin embargo, la respuesta de los pequeños (y de sus padres) está siendo muy buena. «La música les conecta con la vida, a nosotros nos relaja mucho y eso también se lo estamos transmitiendo a ellos. Vemos cómo las pulsaciones les bajan«, explica Laura Martín, madre de uno de los bebés.
En algunos casos, han podido comprobar cómo bebés que no querían mamar por fin se agarraban al pecho de la madre mientras sonaba la música.
Y Juan Alberto García de Cubas, director general de Música en Vena, añade otro efecto positivo: «En neonatos, el personal de enfermería utiliza la hora de música para administrar vacunas, calmar a bebés inquietos o realizar alguna intervención«.
ESTILOS PARA TODOS LOS GUSTOS
En esta primera fase del estudio, se está interpretando desde música clásica hasta jazz, flamenco o músicas del mundo. Además de voz, se han seleccionado instrumentos de cuerda y viento, como guitarra, viola, violonchelo, flauta o clarinete. Hasta un piano se ha desplazado al 12 de Octubre.
«El repertorio es seleccionado conjuntamente entre el Comité Asesor y el músico. Las variables son infinitas, repertorio, instrumento, gustos del paciente, empatía del músico… Todo esto nos permite decir que músicas de caracteres muy diversos pueden dar un mismo beneficio«, destaca García de Cubas.
En Neonatología tocan un total de 12 horas al mes; y en Rehabilitación, 10 horas al mes. En cambio, en Cuidados Intensivos, 30 minutos en cada una de las tres UCI todos los días, incluidos sábados y domingos.
Los músicos acuden todos los días de la semana a la UCI
Si los pacientes del Hospital 12 de Octubre están encantados con la experiencia, los músicos que participan no lo están menos. «Este proyecto de los Músicos Internos Residentes (MIR) es una labor necesaria y bellísima, no entiendo cómo no se ha hecho antes«, dice entusiasmado Miguel Ruiz, clarinete.
Y Elisa Ortiz, violonchelo, asegura que «nunca hubiera imaginado tocar a pie de cama de un paciente y, además, que mi trabajo sirviera para mejorar su proceso de enfermedad«.
García de Cubas, de Música en Vena, confía en poder llevar pronto la experiencia a otros hospitales de Madrid y Cataluña.