Esta mañana los niños ingresados en el Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón de Madrid han recibido una sorpresa que les ha llenado la mañana no solo de música, sino también de «marcha», porque entre otras cosas eso es lo que les ha cantado hoy Rosario Flores. Con mucha marcha, mucha alegría y mucho amor, la artista se ha entregado al público infantil, al que ha sabido hacerles bailar y cantar, afirmando que son unos verdaderos «monstruos», valientes y maravillosos, su mejor público.
Y si los niños han disfrutado, también lo han hecho los profesionales sanitarios y los colaboradores de Música en Vena que allí nos encontrábamos. A todos nos ha hecho cantar Rosario con «su gato», nos ha emocionado con «¡Qué bonito!», la canción que dedicó a su hermano Antonio, autor del tema «No dudaría», que también ha cantado para recordarnos su maravilloso y atemporal mensaje, y ¡por supuesto!, nos ha hecho bailar al ritmo de la «rumba catalana» y de su última canción «Te lo digo todo y no te digo ná», en la que claro que nos dice, y mucho: cosas tan maravillosas como «Sigue el hilo de la vida, busca la luz en cada esquina, abre las alas y respira, vive, que todo se termina, canta todas tus alegrías, abre las alas y respira…»
Rosario ya colaboró con nosotros en el 2014, cantando para los pacientes del Hospital Niño Jesús, y sabemos que le encantó la experiencia, por lo que confiamos siga con Música en Vena llevando su arte y su alegría a los hospitales durante mucho tiempo, ya que el impacto de tenerla cerca y de dejarse acariciar por su voz y sus canciones es, sin duda, de lo más medicinal.
Queremos agradecerle de todo corazón su generosidad en una semana complicada debido al centenario del nacimiento de su madre, la gran Lola Flores. También queremos agradecer su colaboración a los músicos de la artista, a los profesionales del Hospital Gregorio Marañón, a todos nuestros voluntarios y a la empresa Oximesa Nippongases, pues sin su ayuda no hubiera sido posible disfrutar de esta preciosa sorpresa.