Los que conocemos a Iñaki Salvador sabemos que es uno de los grandes músicos de jazz de este país. Pero el viernes 5 de abril pocos de los que allí se encontraban conocían esta realidad. Se acercaron padres, niños hospitalizados y chavales del hospital de día. Fueron apareciendo personal sanitario y por supuesto fieles aficionados al jazz y amigos que no querían perderse nada de lo que el Maestro pudiera hacer. El recital era atípico, así lo reconocía Iñaki, lo tomaba como una master class que él iba a recibir él ese día y decía que era más importante que la que pudiera recibir de Keith Jarrett o Keny Barron. Comentó que ese sería el concierto del año para él, que estaba más nervioso que si tocara en el Festival de Jazz de Montreux. Esa fue su declaración de principios. ¿Quién da más? Y verdaderamente sabemos que no es tan fácil tocar para un querido público como este.
Así llegó: con la modestia de los grandes, la ganas de aprender de los Maestros y la generosidad de los que tienen el corazón cargado a rebosar. Lo primero que hizo fue saludar a los chavales, preguntó sus nombres y, entre ellos, salió el primer tema de la tarde: “Laura” de Lluis Llach. Laurita se encontraba por ahí, sorprendida de que aquel simpático señor tocara algo que llevaba su nombre. Lorena subió sus ojitos a ver si le tocaba algo. Iñaki, al escuchar su nombre le dijo “Lorena es como una Laura grande” y así volvió a tocar la melodía en el registro grave. Luego vino Paulina llevándola al registro agudo.[/one_half]
¡Iñaki, misión cumplida! ¡Has puesto el listón muy alto! Como siempre, agradecer a todo el equipo sanitario del Niño Jesús por acogernos y abrirnos su hermoso teatro.
A Jaime Massieu Pictures por hacer este estupendo vídeo y a Paquito Carmena por sus maravillosas fotos